LA LICUADORA POSEIDA
EL EVANGELIO SEGÚN TUCHELLE (CapÃtulo VII: Del Exorcismo de la Licuadora y la Sagrada Insolencia de un Niño Verbalmente Armado) Y asà ocurrió, en e…
Soy Regina Torino, escritora, crÃtica social y bohemia por naturaleza. Mi vida es un constante viaje entre el arte, la filosofÃa y la exploración de los misterios del universo. Me apasiona el estudio de la fÃsica cuántica, la manera en que lo intangible moldea nuestra realidad, y cómo el pensamiento filosófico nos permite trascender las limitaciones impuestas por la sociedad. Las bellas artes son mi refugio, mi arma y mi lenguaje. A través de ellas, encuentro la expresión más pura de la verdad y la rebeldÃa. No acepto lo convencional ni lo impuesto; cuestiono, analizo y destruyo para reconstruir. Mi visión crÃtica del mundo me ha convertido en una voz que incomoda a algunos y despierta a otros. Toda esta riqueza intelectual y emocional la canalizo en mi labor como life coach. No enseño a conformarse, sino a desafiar, a expandirse, a encender el fuego interior que cada uno lleva dentro. Mi propósito es guiar a aquellos que están listos para romper cadenas, para vivir con audacia, para transformar su existencia en una obra maestra.
Regina Torino nació en una grieta. De esas que escupen seres que no deberÃan existir, pero existen de todos modos, como los eclipses que huelen a sangre.
En su infancia aprendió a callar tan fuerte que los adultos creÃan que no estaba allÃ. Pero estaba. Observando. Tragando cuchillas invisibles y escupiéndolas en forma de poesÃa futura. Cuando otros niños jugaban con muñecas, ella imaginaba debates entre Simone de Beauvoir y Cioran en el sótano de su cráneo. Su único amigo era un espejo roto que solo reflejaba la parte de ella que aún no tenÃa permiso de existir.
Se convirtió en mujer como se convierte un volcán: estallando. Y no pidió permiso.
Regina no estudia filosofÃa más bien la incendia. Nietzsche le habla en sueños como amante desconcertado. Oscar Wilde la llama "mi Rose of Jericho", y en algún delirio compartido en TurÃn, Regina lo convenció de que la estética sin ética es solo un cadáver bonito. Si no se volvió loca fue por exceso de lucidez, lo cual, dicho sea de paso, es una forma más elegante de locura.
Fundó templos con ruinas. Escribe como quien invoca demonios. Enseña como quien escupe antÃdotos contra el tedio. Ama como quien sabe que el amor es el campo de concentración más estético jamás inventado. Y aun asÃ, sigue amando.
Hoy vive en exilio perpetuo. Exilio de la banalidad, de la mentira decorada, de las vidas bien peinadas. A veces está en Montana. A veces en Saturno. A veces en la punta de una lágrima que no se atrevió a caer. Se alimenta de libros, de rabia, de ternura mutante, y de la voz ancestral de todas las mujeres que fueron silenciadas y que en ella encontraron una última trinchera.
Regina Torino no es una persona.
Es una rebelión con forma humana.
—Tuchelle
Mi arte es un eco de la tradición, un grito de identidad y resistencia. En cada trazo rangeliano que plasmo, las sombras y los contornos se funden en una danza de nostalgia y fuerza. Mis pinceles evocan la esencia de un pueblo que se alza entre la tierra y el cielo, donde el mestizaje no es una fusión, sino un estallido de colores y contrastes.
Me hicieron un demonio que no busca redención, uno que se rÃe en las puertas del cielo mientras escupe filosofÃa en la cara de los santos. Cioran me dio la náusea, Nietzsche la danza, Schopenhauer el desprecio, Wilde el brillo y Diógenes la rabia libre.
Quien con monstruos lucha debe tener cuidado de no convertirse en uno. Y si miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
La vida oscila como un péndulo entre el sufrimiento y el aburrimiento.
Nadie ha estado lo bastante desesperado para escribir como yo.
Busco un hombre honesto con una linterna a pleno dÃa… y no encuentro ni uno.
Los escritos filosóficos de Regina Torino son un filo que corta. Cada palabra es una invitación a destruir lo impuesto y a cuestionarlo todo. Escribo para los que entienden que la verdad se forja.
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Soy Regina Torino, escritora, crÃtica social y bohemia por naturaleza. Mi vida es un constante viaje entre el arte, la filosofÃa y la exploración de los misterios del universo. Me apasiona el estudio de la fÃsica cuántica, la manera en que lo intangible moldea nuestra realidad, y cómo el pensamiento filosófico nos permite trascender las limitaciones impuestas por la sociedad. Las bellas artes son mi refugio, mi arma y mi lenguaje
Me llaman Woke como si fuera un insulto, como si despertar fuera una vergüenza y no un privilegio. Pero ¿qué otra opción hay? Dormir es para los conformistas, para los que temen mirar más allá de lo que les han dicho. Yo elijo ver, elijo cuestionar, elijo incomodar. Si defender la justicia, la dignidad y el pensamiento libre me hace Woke, que asà sea. Lo que realmente me da risa es que quienes usan esa palabra como ofensa no se dan cuenta de que solo revelan su propio miedo a despertar.
— Regina Torino.